Este es mi pequeño espacio, donde digo lo que quiero sin ser juzgada con ello.

martes, 23 de agosto de 2011

CABRÓN.

No me salen las palabras. Me puede la rabia, la decepción, el odio... He tragado tanto que por tragar hace tiempo que me tragué hasta mi orgullo y ahora no sé como sacarlo todo fuera.
Desde luego esto no era lo que esperaba. Estoy harta de pasar de 100 a 0 cada 2 por 3, de nunca estar segura de lo que sientes por mí, de tener miedo a que me vuelvas a hacer daño, de esa zorra a la que siempre prefieres antes que a mí... ¿Es que no ves el daño que me haces? ¿Es que no ves que me estás perdiendo? ¿Tan poco te importo?
Sinceramente no creo que me ames como dices porque cuando se ama no se busca siempre el sufrimiento de la otra persona que es lo que parece que haces constantemente. ¿Tanto te costaba darme mi lugar?
Y sé que algún día te acabaré odiando porque tanto daño no se olvida y solo espero que ese día me quieras aunque sea un poquito para que mi odio te duela el doble y te des cuenta de como perdiste a la que según tú es la mujer de tu vida.

martes, 16 de agosto de 2011

¿Amor o razón?

Celos, egoísmo, bipolaridad, autoritario... todas estas palabras te definen, por desgracia. Has cambiado tanto que ni tú mismo te reconoces. Es difícil querer a alguien que no te gusta. Y por eso lucho... me levanto cada día con el único objetivo de luchar contra mí misma, contra mis ganas de ser feliz porque esa felicidad no la quiero... tú no estás en ella. No pierdo la esperanza y si alguna vez me fallan las ganas busco la fuerza en el recuerdo hasta encontrarla y volver a esta guerra que tengo dentro de mí. Porque es eso lo único que me queda... el recuerdo. El recuerdo de cuando la persona que amaba me encantaba, me llenaba, me hacía completamente feliz. Me aferro a todos los momentos bonitos que me regalabas cada día para hacer prevalecer el amor a la razón pero a veces es tan difícil... Sobretodo cuando te hacen sentirte inferior o utilizada, como si todos tus esfuerzos no sirvieran para nada pero yo sé que sí sirven. Lo sé porque aún estás a mi lado, y a pesar de los malos ratos, merece la pena. Sentir tu piel me hace sonreír, tu olor me lleva a otro mundo, sentir tu aliento en mis labios es sinónimo de éxtasis.... y no quiero dejar de sentir esas sensaciones. El dolor de echarlas de menos sería mucho peor que cualquier otro dolor.