I have a life, a really good life.

Mientras tú malgastas tu tiempo encerrada en tu cuarto cual friki y teniendo como único tema de conversación mi vida yo salgo, entro, me río, disfruto, bailo, lloro, amo, odio, salto, grito, hablo, duermo... en fin, vivo. A veces tus gestos o palabras me hacen daño pero después pienso que es una tontería llorar por alguien que no tiene vida, porque si no vives ¿qué te queda? Nada. ¿Quién eres? Nadie. Y llorar por nadie... ¡eso sí que es una tontería!

En su tiempo lo fuiste practicamente todo. Una de mis mejores amigas, de esas en las que yo confiaba cualquier secreto pero ahora no somos nada. Y en cierto modo me da pena ver como te hundes, como no eres capaz de salir de la mierda que tú te has ido creando pero... ¡¿qué coño?! Tú buscas hundirme a mi contigo así que nada de penas. Mejor sigo como hasta ahora viviendo MI VIDA y no la de los demás como tú haces.

Esto es todo lo que yo tengo y tú nunca tendrás.

...

De una día para otro todo cambia, lo que antes tenía sentido ya ha dejado de tenerlo.

No sé si todas estas dudas son realmente mías o vienen infundadas por todo lo que ha pasado. Pero de repente me encuentro preguntándome a mi misma si le quiero cada cinco minutos. No me apetece verle todos los días, no me apetece hablar con él a todas horas y no me apetece dejarñe.
No lo entiendo, no sé que ha cambiado. Probablemente sería mejor si le dijera lo que me pasa, si lo hablásemos y me ayudara a aclararme pero me falta el valor necesario para hacer eso. Me da miedo perderle y no porque él me deje sino porque yo no soy capaz de llevar este barco a buen puerto. No soy una buena capitana.
Sé que él sabe que estoy rara, que algo me pasa. No es tonto. Me conoce bien. Pero aún así se lo seguiré negando....

Reencuentros llenos de silencio.

Nunca pensé que pudiera ser tan difícil. La tensión acumulada en el ambiente parecía que iba a estallar como si de una bomba se tratase.
Mi mirada huía de ti, mis oídos intentaban no oírte... pero no porque buscara ignorarte sino por evitar llorar, por intentar aparentar ser fuerte, por no recordar, por no encender la chispa que hiciera explotar la bomba.
Después, cuando ya no estabas, empecé a ver todo lo que no quise, a oír las palabras que evité, a recordar... y la fuerza desistió. Llegó la nostalgia y con ella la pena.

No te culpo ni te juzgo pero si te digo que...

No creo que te lo merezcas ni mucho menos a pesar de todo pero si pienso que realmente te hace falta. Cuando no hay nadie cercano que pueda ayudarte a veces es esa la solución. Un desconocido con estudios que sepa tratarte, que sepa entenderte y con suerte haga que eso que dentro de ti no funciona bien lo haga.
No te culpo, todo el mundo más de una vez ha sido presa de los complejos solo que algunos han sabido salir o al menos luchan contra ellos y otros se dan por vencidos antes si quiera de empezar.
Tampoco te juzgo, no soy nadie para ello si soy la primera que vive pendiente de la báscula o los centímetros que me dejan por encima o debajo de los demás.


Pero sí te digo que ese tampoco es motivo para comportarte de esa forma...

Mean.

¿Cómo te sentirás cuando descubras que a lo máximo que has llegado en la vida es a ser mala persona?
Supongo que te dará igual porque seguirás viviendo en tu mundo de mentiras e ignorancia pero yo sin embargo me reiré de ti. Yo no sé donde estaré pero seguro que será donde la vida y yo misma me hayan llevado. Tampoco sé con quien estaré pero seguro que rodeada de quienes quiero. ¿Y tú?
Estarás donde la envidia te haya llevado y con quien el egocentrismo te haya dejado estar. Para cualquier persona eso sería durísimo pero para alguien que es feliz a consta de la infelicidad de otro... No sé como será pero probablemente se te verá increíblemente estúpida y patética.

Lo siento...

Siento que esto llegara hasta donde ha llegado. Siento no haber tenido el valor de enfrentar el problema cuando aún tenía solución. Siento no encontrar palabras para decir que todo ha sido un error. Lo siento de veras...
Pero no hay nada más que sienta. No tengo por qué pagar tus errores, no tengo por qué sentirme mal por cada frase con malicia que me dedicas, no tengo por qué...
¿Para qué mentirnos? Eso último no era verdad. Me duele ver como te alejas de mi diciendo mentiras que poco a poco te vas creyendo o sino, al menos, finges muy bien.

¿Malentendidos?

No, no lo creo. Si realmente estás seguro de que has actuado bien y tu consciencia está tranquila no te das por aludido con lo que la gente puede opinar. Creo que aquí lo que hay es un intento desesperado por salvar tu culo dándote igual las consecuencias que eso pueda traer para quien nada ha hecho.

Decepciones.

Últimamente llegan una tras otra. Siempre de las mismas personas, esas que me dijeron un "siempre seremos amigas" pero claro ese siempre iba con trampa. Siempre que yo siguiera haciendo lo que querían, siempre que no me quejara, siempre que no diera mi opinión, siempre que... en fin... dejara de ser yo.
Las caras de asco abundan pero no me duelen porque siempre hay alguien al lado para cogerme la mano y decirme 'tranquila, estoy aquí'. Sé que no me hacen falta, que estoy bien, incluso mejor que antes, ahora que no están pero eso no quita que las eche de menos...

FUCK IT;

Soy de extremos y tú también, pero de extremos opuestos. Lo vemos todo del revés. Siempre quieres huir de los problemas y justo cuando soy yo la que quiere evitar uno tu te encierras en él, como si el mundo no tuviera sentido sin él.
No es algo difícil pero tú te empeñas en hacerlo complicado.
Las cosas hay que hablarlas pero cuando eso suponga llegar a una solución y no cuando lo único que vaya a ocurrir sea que se acabe convirtiendo en un problema mayor.
De un grano de arena creas un desierto, de una gotita de agua el océano más inmenso y revuelto...
Hay que aprender a aceptar que las cosas no van a ser siempre como uno quiere, no es fácil pero peor es estar chocando continuamente, ¿no crees?

Puedo ver el dolor en tus ojos cuando hablo de él. Cuando te digo que a pesar de todo soy incapaz de dejarle. 

Y no soporto esta situación, me duele horrores verte así y puede que todos los motivos que él no me ha dado para dejarle me los des tú con una sola de tus lágrimas porque te quiero por encima de todo y sé que nadie jamás hace ni hará tanto como tú porque yo esté bien, porque sea feliz.

Too close for comfort.

El motivo de todo esto es la presión continua, el tener que medir en todo momento mis palabras, cuidar lo que pienso o la forma en la que me desahogo porque estoy bajo vuestras miradas. Esas que no se cansan de observar y como no... vuestras bocas que nunca se sacian de preguntar. Vuestros oídos, esos que están preparados en todo momento para escuchar toda clase de explicaciones porque ponéis antes vuestro interés, vuestra curiosidad sin límite que el bienestar de la que está detrás de la pantalla.

Siempre lo mismo...

Dicen que los polos opuestos se atraen y ojalá eso no fuera cierto. Le debo mucho a esa frase, y mucho bueno, pero también bastante malo. Problemas que antes no tenía y ahora se han convertido en algo cotidiano en mi vida. Todo de él me molesta pero no porque lo haga mal sino porque nunca es lo que yo espero escuchar, lo que necesito que me digan. No es fácil describir todas estas sensaciones, todo lo que pienso porque mi mente es complicada y esto también lo es.
Somos un problema sin solución y aunque lo sé malgasto mis días en encontrarla. Puede que nada de lo que escriba tenga sentido ahora mismo para nadie pero para mí esto es mi mundo. Algo sin sentido, desconocido diferente a mí, es decir, él.