Decepciones.

Últimamente llegan una tras otra. Siempre de las mismas personas, esas que me dijeron un "siempre seremos amigas" pero claro ese siempre iba con trampa. Siempre que yo siguiera haciendo lo que querían, siempre que no me quejara, siempre que no diera mi opinión, siempre que... en fin... dejara de ser yo.
Las caras de asco abundan pero no me duelen porque siempre hay alguien al lado para cogerme la mano y decirme 'tranquila, estoy aquí'. Sé que no me hacen falta, que estoy bien, incluso mejor que antes, ahora que no están pero eso no quita que las eche de menos...