Esas ganas irresistibles de besarte que me entran a veces... y también de abrazarte y no soltarte. No sé de donde salen. Son inexplicables. Pero el caso es que están ahí. Las evito y sé que puedo seguir haciéndolo pero no sé si es lo que quiero. No entiendo cómo han llegado hasta a mí.
Siempre les he puesto muchísimas barreras y nunca las han superado. Ahora, es cuando más he puesto y, sin embargo, es cuando más fácil ha sido superarlas.
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